14 de noviembre de 2010

y entonces...llegó el Imperio

Tras la caída de la República romana el gobierno de Roma y todos sus dominios están nuevamente en las manos de una única persona, que no toma el título de rey, sino que gobierna bajo la apariencia de las instituciones republicanas. Es el princeps (título civil) o imperator (título militar). Tras la muerte de César, el Senado romano intenta recupera el poder. Estalló una guerra civil entre la República, con Bruto; y los seguidores de César, con Marco Antonio al frente. Octavio fue elegido por el Senado para hacer la guerra a Marco Antonio y durante la guerra mueren los cónsules. Octavio presenta su candidatura, pero al ser rechazada toma Roma; y se proclama Cónsul. Pero sus escasos apoyos no le permiten gobernar solo y se alía con Marco Antonio y Lépido formando el Segundo Triunvirato. Las tensiones entre los triunviros degeneran en guerras, de las que sale victorioso Octavio ante Marco Antonio, pero como defensor del régimen republicano. El inevitable enfrentamiento concluirá con la victoria de Octavio en la batalla naval de Actium, iniciando la época imperial.
Octavio
Octavio no podía hacerse rey, pero el Senado estaba desacreditado. Octavio hizo que el Senado le concediese poderes suficientes para ser jefe del Estado: el princeps. En el 27 adC abandonó sus poderes, pero tras las súplicas del Senado aceptó el gobierno de las provincias no pacificadas. Esto le confería imperium, y el Senado le concedió el título de augusto (el título de imperator se lo otorgaron sus tropas y sería el utilizado, preferentemente, por sus descendientes). Se consolidaron así dos tipos de provincias: las senatoriales y las imperiales. Las senatoriales gobernadas por el Senado y que pagaban al erario, y las imperiales gobernadas por el emperador y que pagaban al fisco. Las ciudades tenían un régimen jurídico diferente. En el 23 adC desmonta una conjura contra él y tras ello hace que su imperium se extienda a todas las provincias y a la misma Roma. Octavio fue dueño del Estado. Asumió el cuidado de los servicios esenciales: vías públicas, policía, aprovisionamiento, etc. Para ello creó una burocracia funcionarial especializada. Lépido, que había estado apartado, muere en el 12 a.C. y se le conceden a Octavio sus títulos.
Al asumir las magistraturas republicanas Octavio no daba la imagen de rey, pero tenía poderes absolutos.  Octavio pacificó el imperio y en el 29 adC cerró las puertas del templo de Jano proclamando la «paz romana». En el año 2 adC el Senado le nombra páter patriae, y tendrá el beneplácito divino. El título imperial se hizo hereditario.
Hubo periodos de anarquía como los años 235 al 284, en los que el ejército quitaba y ponía emperadores. Diocleciano, un emperador puesto por el ejército, recuperó la autoridad moral y estabilizó el Estado. Las continuas luchas por el poder imperial llevarán a Roma a un período de anarquía en el que se reconocerán hasta cuatro emperadores: la tetrarquía.
Con la llegada del cristianismo (313) el emperador se comienza a titular dóminus, por influencia germánica, con lo que se rompe la tradición romana. El cristianismo se implanta como ideología en toda la sociedad.

El Estado imperial

Octavio muere en el año 14 y hereda el Imperio Tiberino. Se abre,así,el periodo más largo de la historia de Roma,en la que el emperador es la figura central del régimen.
Tenía poder absoluto, y asumía alguna magistratura. Poseía amplios recursos económicos, procedentes de las provincias imperiales y su patrimonio personal. Y tenía derecho a nombrar a su sucesor, aunque debían estar apoyados por el ejército, que en épocas de anarquía quitaba y ponía emperadores.

El Senado romano continúa funcionando como en la república, pero su poder va decreciendo alarmantemente.Las continuas purgas de senadores hacen de él una institución sin oposición al emperador. Sus miembros pertenecen a una oligarquía que tiene el favor del emperador, ya que es él quien controlaba el acceso al Senado.
Las asambleas del pueblo perdieron toda relevancia. Teóricamente mantuvieron su función electoral pero no elaboraba las listas de candidatos.
Las magistraturas republicanas se mantuvieron, pero perdieron sus funciones y su importancia política, al estar sometidas al emperador, que era quien las nombraba.
Los funcionarios imperiales fueron los que administraron el régimen. Tuvieron a su cargo el gobierno. Eran nombrados por el emperador y sus facultades dependían de lo que este quisiera ordenarles, y por un tiempo indefinido; por esto cesan con la muerte del emperador. Reciben un salario.
Los más importantes tienen el nombre de prefectos.
De rango inferior fueron los procuradores, encargados de las más variadas funciones.
El Consejo Imperial, es uno de los órganos de gobierno más importantes. Estuvo integrado por personas de confianza del emperador. Actuaba en toda clase de asuntos como la administración de justicia, cuestiones militares, política exterior e interior, finanzas, etc.
La Cancillería Imperial se ocupó de todos los asuntos privados que debía resolver el emperador. Atendió la correspondencia, el archivo, los sellos, la secretaría privada, la administración, etc. La cercanía al emperador les dio mucha influencia política.

La caída del Imperio romano


Imperio romano
 Los pueblos germánicos venían acosando las fronteras del Imperio romano desde el siglo I. Eran pueblos nómadas o seminómadas con una sociedad estratificada: nobles, libres, libertos y esclavos. El rey se elegía entre un miembro de las familias nobles. Los hombres libres juraban fidelidad personal al jefe, y esta era la base de su poder. El contacto con los romanos hizo que estos pueblos comenzasen a comerciar y a civilizarse, y en el siglo II terminaron por confederase para luchar contra los romanos. Sin embargo, mientras el poder de Roma fue sólido, no supusieron más que una molestia. Pero a mediados del siglo III la situación política en Roma era caótica; incluso llegó a haber cuatro emperadores simultáneamente. Los pueblos germánicos, francos y alamanes, hicieron incursiones destruyendo los campamentos y las ciudades romanas hasta el norte de África. Debido a estas incursiones se amurallaron las ciudades, lo que contribuyó a que decayese la calidad de vida en ellas.
Muchos germanos se establecieron como colonos en el territorio del Imperio, en las ciudades como siervos y en el ejército como soldados, llegando a ser la guardia personal del emperador, que con el tiempo estuvo en sus manos. Esto romanizó muchos las costumbres de los pueblos bárbaros, que llegaron a adoptar el latín como lengua, la religión romana y la moneda. Pero, también, entre los romanos se empezaron a introducir costumbres bárbaras, como la fidelidad al jefe. En el año 380 por el Edicto de Tesalónica el cristianismo se convierte en la religión oficial del Imperio y los pueblos germánicos comienzan a cristianizarse. En el 330 Roma tiene una nueva capital: Constantinopla. La crisis dentro del Imperio es absoluta.
Entre las causas que se le atribuyen al comienzo de la invasión germánica son: el empeoramiento del clima en el norte, la explosión demográfica de los pueblos bárbaros, el nomadismo de estos, y la presión de los pueblos asiáticos, hunos sobre todo (que llegaron a invadir el Imperio).

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