13 de noviembre de 2010

La República (509 a.C. hasta 27 a.C.)

Con la caída de Tarquino el Soberbio, se extinguió la monarquía en Roma. El rey fue sustituido por dos cónsules que eran elegidos anualmente por las Curias. Con ello comenzó la república, por la mayor participación que se concedió a los ciudadanos en el gobierno, los cónsules gozaban de igual poder que los reyes y presidían el Senado y la Asamblea del Pueblo.
Por esta época se creó la Asamblea de las Centurias que se reunían en el campo de Marte.
En su desplazamiento, los cónsules llevaban un acompañamiento de doce guardias que portaban el fascio, que era un haz de varas con un hacha en el centro, que simbolizaba la autoridad.
Cuando la seguridad pública se hallaba amenazada o en circunstancias de extrema gravedad, los cónsules eran reemplazados por un dictador, que ejercía poderes extraordinarios durante el término de seis meses.
Primeros Cónsules:
Los primeros cónsules fueron Bruto y Tarquino el Soberbio. La familia de Tarquino el Soberbio se había propuesto recuperar el poder, lo que dio origen a una larga lucha que se prolongó hasta el año 496 a.C. en que los Tarquinos fueron derrotados en la batalla del lago Regilo.
Conflictos Entre Patricios y Plebeyos:
El pueblo romano continuó dominado por los patricios. Los plebeyos, que por lo general eran pequeños propietarios y artesanos, sufrieron las consecuencias de las guerras contra los Tarquinos y abrumados por las deudas quedaron a merced de los patricios, que los subestimaban y escarnecían.
Esta diferencia de situación social provocó un conflicto que duró dos siglos, y que culminó con el triunfo de los plebeyos que obtuvieron el reconocimiento de sus derechos y la igualdad con los patricios.
Fue en el año 496 a.C., cuando los patricios crearon la dictadura, por lo cual los plebeyos decidieron abandonar la ciudad de Roma y establecerse en el monte Sacro. Entonces, los patricios enviaron a un hombre elocuente, el cónsul Menenio Agripa que logró que regresaran a Roma, con la promesa previa de la creación de dos nuevos magistrados, los tribunos de la plebe, que serían los defensores de sus derechos.
El Tribunado: Los tribunos de la plebe debían proteger a los ciudadanos y procurar que ninguno fuese avasallado en sus derechos. Carecían de poder para obrar, pero lo tenían para impedir. Para ello tenían el Derecho de Veto.
Para complementar la tarea de los tribunos, se creó un cuerpo de ediles, elegidos también entre los plebeyos, los que se ocupaban de la administración de la ciudad, mediante la vigilancia de la limpieza, el control de los precios, el buen uso de las pesas y medidas; y además ejercían una función de policía para velar por la seguridad de los habitantes.
Plebiscitos: En el año 471 a.C. el Senado reconoció a las Asambleas por Tribus (barrios), —en las que se votaba por cabeza, lo que le daba ventaja a los plebeyos— el derecho de votar leyes que se llamaron plebiscitos.
Los decenviros: Como los patricios aprovechaban la circunstancia de que no había leyes escritas para administrar justicia de acuerdo con sus intereses, los tribunos lograron que en el año 451 a.C. fueran nombrados diez magistrados, llamados decenviros, a quienes se les encomendó la misión de redactar las leyes, confiriéndoles para ello el poder supremo.
Los descenviros no supieron asumir su poder correctamente. En consecuencia, fueron restablecidos el consulado y las antiguas magistraturas.
Las leyes de las XII tablas
Las Leyes de las Doce Tablas: Además, se dictaron nuevas leyes que se grabaron en doce tablas de bronce, que fueron expuestas en el Foro, para que todos pudieran consultarlas. De acuerdo con las Leyes de las Doce Tablas, desaparecieron las diferencias entre patricios y plebeyos y todos fueron iguales ante la ley.
Con el curso del tiempo, a los plebeyos se les autorizó a entrar en santuarios y ejercer el sacerdocio. (Ley Olgumia).
Las Magistraturas Romanas:La Carrera de los Honores:
En Roma las magistraturas eran anuales, colegiadas, colectivas y gratuitas. Formaban parte de una "carrera de Honores" que preemitía que algunos ciudadanos escalaran posiciones ordenadamente desde magistraturas menores hasta las mas importantes.
El Senado era una institución de carácter fuertemente conservador. Sus miembros ocupaban el cargo de por vida (vitalicio). Sus decisiones no tenían fuerza de ley, pero los cónsules difícilmente tomaban medidas contrarias a la opinión del Senado.
Los cónsules: En número de dos ejercían el poder ejecutivo. Manejaban la administración y dirigían el ejército. Por otra parte, resolvían cuestiones judiciales de suma importancia.
Los pretores. Eran dos magistrados encargados de administrar justicia. El pretor urbano atendía los problemas presentados por los ciudadanos romanos, y el pretor peregrino se ocupaba de los presentados por los extranjeros. Duraban un año en sus funciones.
Los censores. Eran elegidos por un período de cinco años. Estos magistrados, realizaban el censo de la población. Indagaban a vida de los votantes y determinaban quiénes eran dignos para ocupar las magistraturas. Es decir, que en sus manos se concentraban importantes decisiones; por lo tanto, el poder del censor era elevadísimo.

Los tribunos. En sus orígenes eran magistrados exclusivamente plebeyos. Hábilmente los patricios los integraron en la carrera de los honores para poder ser ellos también tribunos. Sus atribuciones consistían en proponer proyectos de ley y convocar a las Asambleas Tribales y al Senado.
Edil

Los ediles. Se ocupaban del control de los aspectos económicos y urbanísticos de las ciudades: la construcción de puentes, la vigilancia, los precios de los artesanos.
Los cuestores. Con este cargo se iniciaba la carrera de los honores. Se encargaban d
e las cuestiones financieras, cobraban los impuestos, calculaban los gastos de los guerras y pagaban a los empresarios.




Consecuencias socio-economicas: Las numerosas guerras y la conquista militar cambiaron la mentalidad de los romanos y modificaron su estructura económico-social.
Paralelamente al crecimiento demográfico, decayó la producción agrícola en la península itálica y hubo necesidad de importar cereales desde Egipto, Sicilia, la Galia e Iberia; con lo cual Roma se convirtió en un parásito del Imperio.
Más que cualquier otro pueblo de la antigüedad, los romanos apelaron al trabajo de los esclavos, que fueron la mano de obra especializada en los talleres y en las fábricas estatales. No obstante, en Roma no hubo grandes empresas. 
El comercio tuvo lugar fundamentalmente en el mar Mediterráneo, pero fue negativo para Roma, que se vio obligada a exportar metales preciosos para compensar el ingreso de mercaderías. Con el curso del tiempo hubo grandes problemas para el abastecimiento de los grandes centros urbanos.
La crisis de la República: Como ya se ha dicho, con el crecimiento de Roma se produjo la decadencia moral y la ruina material.
Desde el consulado Catón trató de impedir que se derogara la ley Oppia, que limitaba el lujo de las mujeres. Luego, cuando ejerció el cargo de censor, llevó a cabo una campaña para desterrar los abusos en las costumbres en las que llegó, inclusive, a excluir del Senado a aquellos magistrados indignos por su conducta. En este clima, la autoridad paterna comenzó a declinar, aumentaron los divorcios y prácticas homosexuales.
Esta profunda decadencia moral, provocó, además, una crisis social porque se produjo una diferencia irritante entre unos pocos beneficiados por las conquistas, que poseían grandes riquezas, y quienes no poseían nada, entre los cuales se contaban una cantidad excesiva de esclavos. Es decir, que desapareció la clase media, integrada por artesanos y campesinos que no pudieron competir con la mano de obra esclava proveniente de las conquistas.

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